En México hay anualmente cerca de 5,000-6,000 nuevos casos de cáncer en niños entre 0-18 años1. Además, el cáncer es la primera causa de muerte por enfermedad en niños de 1-15 años. La probabilidad de supervivencia a 5 años reportada en México es cercana al 50%1 (umbral internacional, 84%)2 y la muerte (prevenible) relacionada al tratamiento es del 12% (5-25%; estándar <2%)3,4 Dicha mortalidad es altamente influenciada por infecciones, otras toxicidades, y abandono a tratamiento1,5,6.
Existen prácticas basadas en evidencia que han demostrado reducir la mortalidad y morbilidad relacionada al tratamiento: a saber, la implementación de escalas de valoración de alerta temprana7, enfermero educador8, medidas de prevención y control de infecciones9, administración oportuna de antibióticos en pacientes con neutropenia febril10, administración segura de quimioterapia8, apoyo psicosocial para asegurar adherencia al tratamiento11, manejo del dolor12 y mejoras en la infraestructura para banco de sangre para prevenir y abordar la hemorragia.
La carpeta de iniciativas de MAS contempla proyectos en la mayor parte de estas áreas y la optimización en algunas de estas terapias de apoyo ya ha logrado tener un impacto positivo en supervivencia y en la toxicidad asociada al tratamiento en los pacientes pediátricos con cáncer en centros de la red4,9,10.